Grabois: «Deberían dar respuestas a la sociedad y no meter miedo a la gente»

JUAN GRABOIS DENUNCIA AMENAZAS
Y ANALIZA LOS EFECTOS DE LA POLÉMICA SOBRE SU FIGURA

REPERFILANDO

A mis compañeros, compañeras y a quien pueda interesarle:

En estos días, tres ministros del gabinete macrista volvieron a agredirme públicamente, con total irresponsabilidad, abusando de la autoridad que les da su mandato institucional para atacar a un ciudadano. Entre ellos, destaca Patricia Bullrich, que me atribuye acciones de protesta que nuestra organización no realizó, en el marco de una interna evidente entre el ala violenta del gobierno y el ala dialoguista de la Ministra Stanley. Las apenas veladas amenazas de Bullrich se combinan con una feroz campaña en las redes sociales para mostrarnos «violentos». El gobierno promueve a través suyo una situación de confrontación permanente y me han elegido como enemigo, casi diría, como blanco. En un momento donde deberían gobernar y dar respuestas a la situación económica, se ocupan de hacer campaña sucia, meterle miedo a la sociedad y perseguir a un dirigente social.

Personalmente, me hice cargo siempre de lo que he dicho y hecho, poniendo el cuerpo en cada actividad de la que participa la organización social que coordino (MTE/CTEP) y la fuerza política a la que pertenezco (Frente Patria Grande). Como militante popular, me solidarizo con todas las luchas de los trabajadores y los humildes. Sin embargo, no puedo permitir que nos endilguen acciones y posiciones que no son las mías, en un momento de direccionamiento evidente de la violencia institucional y la estigmatización política hacia mi persona y la organización a la que pertenezco. Sería bueno que en aras de la paz social desde el Ministerio de Desarrollo Social expliquen cual ha sido nuestra conducta histórica de resistencia no violenta, protesta social y negociación colectiva, desde la firmeza de nuestra oposición a las políticas del gobierno pero en los marcos de la democracia.

Tengo perfectamente claro que uno de los objetivos de este ataque es perjudicar al Frente de Todos en las elecciones. Siguen subestimando a nuestro Pueblo. Todo el mundo sabe que la riqueza del Frente de Todos radica en su diversidad y mis posiciones de ninguna manera representan al conjunto, solamente a una parte, una parte que tiene tanto derecho a expresarse como el resto. No es la primera vez que este gobierno y sus comunicadores me utilizan para dañar a otros. Como todos saben, sucedió con el Papa Francisco. Hasta ahora, no les ha dado mayores resultados. Sería bueno que en vez de pergeñar estrategias de manipulación para atacar a quienes ven como sus enemigos, se dedicaran a resolver los problemas de los argentinos.

La presión no es únicamente en el plano simbólico y comunicacional. El clima se está poniendo espeso en el territorio. Ayer recibí cientos de amenazas de este tenor. No es algo nuevo, pero aumentaron considerablemente a partir de la campaña de terrorismo psicológico del ejército de trolls macristas (#VienenPorloTuyo). Vivo en un barrio del conurbano, con mi familia, sin custodia, me muevo usualmente en trasporte público. No tengo porque cambiar de hábitos si vivimos en una democracia. Sin embargo, cuando la jefa máxima de las fuerzas de seguridad te pone directamente en la mira y trabaja para aislarte, te convertís en un blanco fácil. Hago, entonces, responsable a la Ministra Bullrich y al Presidente de mi seguridad, la de mi familia y mis compañeros. Por lo pronto, le dejo este collage de amenazas de estos últimos días.

Asimismo, algunos comunicadores y dirigentes del campo opositor manifestaron sus legítimas diferencias con mis posiciones. Otros, menos dignos, hicieron una lamentable ostentación de cobardía y oportunismo político al promover agresiones con el mismo tono y similares argumentos que el presidente de la Sociedad Rural, Lanata, Leuco, Finochiaro o Etchevere, llegando incluso a despreciar la organización popular con cliches de la derecha más recalcitrante. Desprecian nuevamente nuestro trabajo cotidiano con los que sufren la injusticia social, olvidan las incontables represiones que hemos sufrido, las agresiones constantes los medios oficialistas y los ataques de los factores de poder por defender la base social, las banderas históricas y los dirigentes perseguidos del movimiento nacional, popular y latinoamericano. Tal vez, los que se apuran a acusar a otros de funcionales ante cualquier tensión, son funcionales ellos mismos al sostenimiento del status quo y quieren obtener una mejor posición en la realidad existente en vez de modificarla, haciendo siempre buena letra con las corporaciones, ostentando su corrección de prolijos políticos profesionales o simplemente yendo a dónde calienta el sol.

Con todo, a pesar de sostener que los planteos realizados son justos, legítimos y necesarios, el contexto de hostigamiento y manipulación nos obliga a replantear mi participación en ese proceso para preservar lo que hemos construido. Efectivamente, no quiero ser funcional a una estrategia de estigmatización y aislamiento de los movimientos populares ni a una operación política que pueda perjudicar electoralmente al Frente de Todos. Yo creo en mi pueblo, nadie me van a convencer de que la gente compra los buzones putrefactos y fake news del macrismo. Sin embargo, pido disculpas a las personas que se hayan visto afectadas por mis declaraciones y aclaro nuevamente que no soy candidato a ningún cargo, no seré funcionario del futuro gobierno de Alberto Fernandez y no tengo la más mínima influencia en la agenda oficial del Frente de Todos. Pensaba inocentemente que el hecho de no ser candidato y renunciar de antemano a cualquier función pública, me permitiría hablar con mayor libertad. La estrategia persecutoria y perversa del gobierno, lamentablemente, no lo permite.

En nuestro espacio, no creemos en la obediencia debida ni en la autocensura ni en el diciplinamiento de la palabra; creemos en la diversidad de voces, la libertad de expresión, el pensamiento crítico y la autonomía de los movimientos populares. Creemos que la democracia real se construye animándose a pensar afuera de la caja, con participación popular y discusiones profundas. Tal vez, no sea el momento para algunos debates. No estoy seguro. Por lo pronto, intentaré correrme del lugar en el que me quieren ubicar, sin abandonar a miles de compañeros y compañeras que sienten que los expreso. Espero poder hacerlo.

Un abrazo
Juan