(Franco Fafasuli)

Cristina Kirchner en el Congreso con legisladores

Palabras de Cristina Fernández de Kirchner ante senadores y diputados del Frente de Todos.

Muchas gracias a todos los compañeros que hablaron, a todas las compañeras que sé que los representan a todos los diputados y a todas las diputadas. A todos los senadores, a todas las senadoras. La verdad que la escuchaba a Cecilia cuando empezó que miraba esa movilización, contaba que estaba ella en la plaza Vicente López, a metros de casa. Y le recordaban otras movilizaciones como fue la del 2001. No era el mismo talante porque esta era una movilización de gente alegre fundamentalmente. Alegre y que fue atrás de un objetivo.

Y yo me acuerdo del 2001, yo era senadora junto con José, junto con José Luis, sé que vos Leopoldo eras diputado pero nosotros éramos los opositores. Y realmente cuando uno ve a los protagonistas de lo que pasó el pasado sábado, ve que se encuentra con los mismos o casi los mismos protagonistas de lo que pasó en el 2001. Lo que vimos el sábado y posteriormente todo el fin de semana. Ese ejercicio, esa disputa de creer que la autoridad es apretar, de aprietes, de locura, de la falsa autoridad como le digo yo.

Fue la misma que lo llevó a un presidente en el 2001 a firmar un decreto de estado de sitio. Yo era, reitero, senadora, Alfonsín, el presidente Alfonsín era senador. Casualmente un grupo que tenía nombre de una comida, el sushi. ¿Se acuerdan? Yo por lo menos me acuerdo porque lo integraban los hijos del Presidente, una ministra que ahora es la Presidenta del Pro. Se acuerdan. Bueno, fue el que lo impulsó a firmar ese decreto de necesidad y urgencia a De La Rua para que diera muestra de autoridad y no quedara como un pusilánime. Ese decreto de estado de sitio y todo lo que se desencadenó después: 39 muertos a lo largo y ancho del país entre el 19 y el 20 de diciembre. Fue lo que ocupó mi cabeza todo ese día sábado cuando veía las escenas y cuando, incomprensiblemente, comenzó a desatarse la represión.

Miren: cuando hablé esa noche yo no sabía lo que había pasado con Máximo, no sabía. Cuando llegó a casa, llegó a casa colorado. “Bueno, sí, tuvimos…” No me contó nada, pero nada me contó. Nada. Seguramente si me hubiera contado porque… más allá del rol institucional o político que una tiene, tiene también el rol de madre, soy madre. La verdad que hubiera dicho alguna cosa más seguramente pero yo no había visto esto. Lo vi recién el domingo por la mañana todo lo que había sucedido con él. El es muy hermético, lo conocen ustedes compañeros y compañeras de bloque. No habla ni una palabra de más ni una de menos.

Y cuando yo le pregunté: ¿pero por qué no me dijiste lo que había pasado al otro día? “Primero para que no digas… y segundo porque lo que me pasó a mí le había pasado a un montón de gente y el hecho de que yo fuera tu hijo no me colocaba en un lugar de privilegio para quejarse. Lo que me pasó a mí le pasó a compañeros, a compañeras, a gente que ni siquiera es militante. A gente que fue suelta”. Después, claro, cuando uno empieza a ver las imágenes al otro día porque en realidad todo se empezó a ver en las horas siguientes. No esa noche antes de que yo hablara. Yo esa noche cuando hablé había visto las imágenes… bueno cuando pasan la barrera pero no vi, no vi a la mujer cuando le echaban así en la cara. No había visto nada prácticamente.

Y la verdad que a mí todo el tema ese del día sábado por la tarde me daba vueltas por la cabeza y lo que yo quería a todo costa es que la policía se retirara, precisamente, para evitar esto ¿no?.

A mí primero me preocupa una oposición que quiere dirimir posicionamientos internos en base a estas cuestiones. Escuchar a alguien que tuvo responsabilidades institucionales y que las tiene desde la política, decir: “no importa los costos que pueda tener el ejercicio de la seguridad.” Que es precisamente la misma persona que integraba el grupo que le hizo firmar al presidente De La Rua el decreto de estado de sitio que terminó con 40 muertos y un gobierno inconcluso.

No es que me ponga nerviosa ni es que me ponga miedosa. Simplemente me da un ejercicio de responsabilidad muy grande porque no tenemos gente racional frente a nosotros. Uno puede estar en las antípodas de pensamiento, de la concepción de gobierno, de la ideología, de todo. Lo que no puede, por lo menos a mí me cuesta mucho, es admitir tal grado de irracionalidad y de irresponsabilidad en el ejercicio del gobierno y fundamentalmente de la militancia política.

Así que yo creo que ese vallado, incomprensible desde todo punto de vista, porque me desperté por la mañana sintiendo ruido que arrastraban chapas y cosas ahí en mi casa y finalmente cuando pude ver, porque estaba todo vallado, dice que es para cuidar la responsabilidad. Pero si la movilización o la gente que venía ocupaba la cuadra del frente de mi casa y de repente habían vallado dos cuadras para allá, una cuadra para allá, dos para allá. O sea: lo que antes pasaba en una cuadra lo extendían a un radio… incomprensible por donde se vea. Absolutamente incomprensible.

Lo otro que… y creo que también este sistema, yo quería plantearlo en este ámbito que es el ámbito legislativo, del Poder Legislativo de la República Argentina, yo creo que tenemos que también repensar un poco el tema de esta bendita Ciudad de Buenos Aires que es la capital de todos los argentinos y que, de repente, una policía política se ha apoderado de la seguridad de las calles. Esto debe ser replanteado. Primero porque la Constitución no habla de autonomía, habla de que se dicte un estatuto y además porque creo que esta ciudad es la ciudad de todos los argentinos. Por esta Capital hubo guerras civiles durante todo el siglo 19 así que creo que deberíamos replantearnos también el funcionamiento jurisdiccional de cómo se debe ejercer la jurisdicción y cuál es el rol del gobierno federal también en una ciudad como esta.

Y la otra cuestión que planteó José y que se refiere también y que este es el ámbito adecuado con el tema de la última parte del alegato del fiscal, del guión del fiscal, del mal guión porque es un mal guión por otra parte. Mal guión porque hay guiones que son buenos guiones que pueden merecer un Oscar. Pero un mal guión cuando dice que todos los actos de los poderes del Estado, todos, son absolutamente revisables y que son los jueces los que tienen la última palabra sobre los actos. A ver: yo quiero seguir viviendo en un sistema republicano, representativo y federal y en una democracia, esencialmente ¿no? Donde el gobierno lo elige el pueblo en elecciones libres, democráticas y sin proscripciones cada cuatro años. Me parece que es clave salir del derecho penal para ir al derecho constitucional, de cómo está organizado el país y cuál  es su poder.

Creo que también esto es una llamada de atención, más allá de que yo sea la circunstancial destinataria de la diatriba. Me parece que es una discusión un poco más profunda que tenemos que desarrollar como representantes, ustedes, de un poder del Estado como es el Poder Legislativo.

En cuanto está claro lo que quieren hacer, es lo que dice José con tanta precisión, es estigmatizar 12 años de gobierno. Es más, la presidenta del partido sacó un tweet poco inteligente donde dice: “12 años de gobierno, 12 años de condena”. Lo escribió y lo firmó. La verdad no sé si era la hora de la tarde y ya estaba medio… a esa hora. No sé, qué sé yo pero, pero… Si lo pensás, por lo menos no lo escribas pero, decir que por 12 años de gobierno, 12 años de condena, repitió exactamente lo que dije yo en mi intervención. Freud, con esta gente Freud es… No, no, no… Freud al palo. Porque es tremendo, tremendo, tremendo.

Yo creo que es esto, estigmatizar esto porque como decía José, nuestro gobierno de memoria, de verdad de justicia, de Fondo Monetario, de AFJP, de Repsol-YPF, de la AUH, del salario, de las jubilaciones, del Conectar Igualdad, de las PASO, del satélite. En fin, los 12 años más felices de las últimas décadas para todo el pueblo argentino. Independientemente de cual fuera el color, la ideología o a quien hayan votado, los números son incontrastables.

Uno puede discutir determinadas cosas pero cuando uno mira el nivel del salario, el nivel de las jubilaciones, el poder adquisitivo, el desarrollo industrial, el nivel de endeudamiento que esto es lo que a mí, particularmente, más me preocupó siempre porque es clave en el país el nivel de endeudamiento. Y sobre todo el endeudamiento en moneda dura porque muchos hacen hincapié ahora no que quieren el equivalente… No, no, no. Te cambio lo que vos quieras en pesos por no deber en dólares. Te cambio lo que vos quieras en pesos por no deber en dólares. Entonces creo que van a apuntar a eso, que apuntan a eso. Creo que también hay, y lo dije el otro día, un desarrollo de carácter regional. Lo dijo José en el caso de Lula, en el caso de Rafael Correa en Ecuador pero, acá han ido un poquito más: no solamente es la persecución, la estigmatización y la anulación de los proyectos nacionales y populares sino, además, el encubrimiento de lo que han hecho ellos.

Sus causas totalmente detenidas en la Justicia. De las que hay, pasando por el soterramiento, pasando por el endeudamiento, pasando por las autopistas, pasando por el espionaje claramente. El espionaje a todos, porque había espías a todos y todas. A nadie le faltó… Un espía no se le niega a nadie en un gobierno macrista, no perdonaron a nadie, ni a los propios siquiera.

Así que bueno, yo quiero agradecerlos a todos este gesto de cariño y creo que lo más importante es saber qué tenemos que representar nosotros. Qué representamos, qué defendemos y no es una persona. Yo cuando lo escuchaba por ahí, yo quiero que ustedes entiendan lo que le dije una vez a los trabajadores cuando todavía era presidenta, que no venían  por mí, que iban a venir por ellos, porque en definitiva cuando uno ve cómo compiten a ver quién presenta el proyecto más duro… Estaba leyendo que querían código penal para un trabajador que cruce una fábrica, aunque no le hayan pagado los sueldos, aunque le deban todo el trabajador no puede hacer nada. No solamente no puede hacer nada, sino que si hace algo lo quieren meter preso. Este competir para ver quién es más duro con los trabajadores, quién es más duro…

A mí me suena, por lo pronto, medio patológico también, ¿no?, medio patología psiquiátrica. Yo no entiendo a dónde van. Pero además no entiendo lo que quieren hacer en el marco de nuestra propia experiencia histórica. A ver, ¿más dureza que la que tuvo la dictadura militar en el 76? Las experiencias de dureza en la República Argentina, nuestra historia, y no solamente después del peronismo, José, que la gente se acostumbró a comer cuatro veces por día y a poder tener la ilusión  de un autito, una casita y poderse ir de vacaciones. Si no de la historia misma, no somos una nación que se sojuzga fácilmente y esto nos ha provocado muchas tragedias y son 12 años de desencuentro nacional en la República Argentina. Y cuando hablo de desencuentro nacional, no  me refiero por supuesto a los sectores concentrados de la economía o a los que José llama siempre la oligarquía, me refiero también a enfrentamientos en el propio seno del pueblo, gente que por allí contra sus propios intereses. Entonces, me parece que es un desafío muy grande el que tenemos como militantes políticos del campo nacional y popular. Campos de poder saltar sobre lo que quieren instalar ellos y entonces, poder explicarle al conjunto de la sociedad hacia dónde van.

Y hacia dónde vienen las etapas geopolíticas que vienen. Cuando todos nos ponemos contentos porque tenemos alimentos, energía y litio, no nos pongamos contentos solamente, pongámonos atentos además, porque se lo van a querer llevar sin darnos nada. Esto es lo que hay que mirar. Vienen por esto, porque hoy estamos contentos con Vaca Muerta, pero Vaca Muerta hubo que recuperarla, porque si no, no sería Vaca Muerta, sería Vaca Viva y no sería de los argentinos y sería de otros señores. Entonces, cuando estamos en una etapa civilizatoria como la que está la humanidad, con una disputa geopolítica sin precedentes, por lo menos en la historia después, yo no viví la Segunda Guerra Mundial, obviamente. Geopolítica sin precedentes, por lo menos desde que tengo memoria. Tenemos que estar muy atentos, ya no solamente son derechos laborales, van a querer una Maquila de salarios baratos, poder llevar una economía absolutamente extractivista para que no queden beneficios en el país, en eso tenemos que estar muy atentos.

Entonces, construir o reconstruir un movimiento nacional y popular, que no solamente pueda ser, porque nunca lo fue, además, solamente con los peronistas. Más allá de que seamos la columna vertebral o cómo quieran llamarla, yo creo que debemos seguir más allá de 4 psiquiátricos o 20 psiquiátricos que monten horcas y bolsas mortuorias. Tenemos que seguir y no rendirnos para convocar a la mayor cantidad de argentinos que entiendan realmente lo que está pasando. No nos dejemos obnubilar por 40, 50 psiquiátricos o por una conducción, o por medios de comunicación. Es cierto que la batalla es muy difícil y muy dispar, muy desigual desde el poder económico concentrado, pasando por los medios masivos de comunicación y hegemónicos. Pero yo creo sinceramente el pueblo argentino va a sacar todas las fuerzas que tiene, desde la historia, desde su experiencia histórica, porque hemos vivido muchas cosas en muy poco tiempo. Antes, yo tenía que, a mí me contaban cómo había sido el peronismo, cómo había sido en la época de Perón y de Evita, me hice peronista, pese a que mi papá no era peronista, era radical, medio gorilongui.

Me hice peronista, pero ahora ya no tenemos que apelar a lo que contó la abuelita, porque esto no pasó, las cosas que construimos durante doce años, no pasaron hace un siglo, hace apenas 5, 6 años que pasó esto y yo lo puedo ver en la cara de los pibes que estaban el otro día diciendo: «yo tenía un Conectar Igualdad», «yo tenía esto, tenía lo otro». O los pibitos chiquititos, o las mujeres. Cuántas mujeres incorporamos que hoy estarían a la buena de Dios porque no tenían aportes o porque eran amas de casa y han laburado toda la vida y nunca nadie les había aportado un puto peso. Hablando mal y pronto. Y lo hemos logrado.

Entonces, yo creo que por eso también había muchas mujeres grandes y muchos jóvenes. Y tiene razón José Luis, lo que decía de las mujeres y los jóvenes, sí esas mujeres y esos jóvenes son una buena señal. Porque somos las mujeres y la alegría. La alegría. Miren, durante los 5, 6 días, cantando consignas en la puerta de mi casa no se insultó a nadie, no había una sola diciendo una mala palabra, creo que la palabra más grande es quilombo. Pero no se insultó a nadie, no se mencionaba a ningún dirigente de la oposición. Y la verdad que intentaron una provocación, como la de los volquetes, que quiero referirme a eso específicamente, porque me indignó. Me llama Oscar esa tarde del sábado desde Neuquén y me avisa de los volquetes, me manda las capturas de los volquetes y me dice «van a hacer lo mismo que hicieron en el Congreso con la reforma previsional, van a querer hacer lo mismo». Entonces, mandamos compañeros y decían algunos «claro, cada volquete pesa 7 toneladas, por eso hablaban de las 14 toneladas cuando decían que en la reforma previsional le habían…».

El otro día escuchaba que alguien decía en la televisión que habían hecho un cálculo de que esos volquetes tienen 7 mil kilos, más o menos, una cosa así, claro 7 toneladas. Dos volquetes son 14 toneladas, a una cuadra y media de mi casa. Pero, miles de personas se movilizaron y no hubo un desmán, nada, absolutamente nada. Porque además el peronismo es alegría, somos históricamente alegres. Yo quiero recordar en ese sentido una anécdota de mi adorado Arturo Jauretche cuando contaba cómo él el 17 de octubre, un mes antes, el 19 de septiembre del 45 había habido también una gran marcha en la ciudad de Buenos Aires, que fue la marcha de la Constitución y la Libertad, que iban todos los partidos, desde el Partido Comunista, UCR, Partido Socialista, todos, con Spruille Braden a la cabeza, el embajador de los Estados Unidos.

Claro, el gobierno, la Corte y Arturo Jauretche recordaba esto y recordaba con un amigo cómo había sido el 17 de octubre con gente alegre, que iba a buscar a alguien que lo tenían preso. Y la verdad que siempre hemos sido alegres porque lo nuestro no es contra nadie, lo nuestro siempre ha sido por el país, por la patria, por todos los argentinos. No somos un partido de lucha de clases, al contrario, somos un partido y una idea fundamentalmente, una idea, una gran idea de agrupar a todos los argentinos y a todas las argentinas. Bueno, por eso es que siempre dijimos, ¿no?

Nada, yo quería agradecerles profundamente, todas sus palabras, sus demostraciones y fundamentalmente que el Congreso pueda recuperar el rol que le cabe en una República en serio donde sí existe la división de los poderes, pero donde la soberanía reside en el pueblo. Allí debe ser el lugar al que todos debemos tributar y al que todos debemos mirar, el pueblo. Además, cuando uno mira para ahí no se equivoca nunca, se los puedo asegurar.

Muchas gracias y muy buenas tardes a todos y a todas.